A Dios sea la gloria, que al mundo Él dio
A su Hijo bendito, que por nos murió;
Expió los pecado de quien en Él cree,
Y abriónos la senda hacia Dios por la fe.
A Dios sea la gloria, que al mundo Él dio
A su Hijo bendito, que por nos murió;
Expió los pecado de quien en Él cree,
Y abriónos la senda hacia Dios por la fe.
Ángeles cantando están
Tan dulcísima canción;
Las montañas su eco dan
Como fiel contestación.
Amoroso Salvador,
Sin igual es tu bondad,
Eres Tú mi mediador,
Mi perfecta santidad.
Abba Padre! Te adoramos en el nombre de Jesús;
Dios y Padre Te llamamos, hechos hijos de la luz.
Ya del juicio libertados, por la muerte del Señor;
Y por Él reconciliados, disfrutamos de Tu amor.