Bendice, ¡oh alma mía! a Jehová tú Dios,
Y no te olvides de ensalzar su grande amor.
Pues él te perdonó tu mucha iniquidad;
Yal ver tu angustia y contrición, te dio su paz.
Bendice, ¡oh alma mía! a Jehová tú Dios,
Y no te olvides de ensalzar su grande amor.
Pues él te perdonó tu mucha iniquidad;
Yal ver tu angustia y contrición, te dio su paz.