Letra: William Walford
Música: William B. Bradbury
Traduc: Juan B. Cabrera
Dulce oración, dulce oración,
De toda influencia mundanal
Elevas tu mi corazón,
Al tierno Padre celestial.
¡Oh, cuántas veces tuve en ti
Auxilio en ruda tentación,
Y cuantos bienes recibí,
Mediante ti, dulce oración.
2
Dulce oración, dulce oración,
Al trono excelso de bondad
Tu llevarás mi petición
A Dios que escucha con piedad.
Por fe espero recibir
La gran divina bendición,
Y siempre a mi Señor servir
Por tu virtud, dulce oración.
3
Dulce oración, dulce oración,
Que aliento y gozo al alma das,
En esta tierra de aflicción
Consuelo siempre me serás.
Hasta el momento en que veré
Las puertas francas de Sion,
Entonces me despediré
Feliz de ti, dulce oración.
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fam36 Las Responsabilidades de los Padres de Familia explica las responsabilidades en educar a sus hijos, la maldición de no restringirlos, etc.
Excerpta del Folleto: De recibir instrucción de alguien que busca tu bien es exactamente la tarea de los padres, y es exactamente paralelo con lo que es el consejo de Dios a nosotros. Es importante de ver que el entrenamiento e instrucción de los padres a los hijos es donde una persona aprenda escuchar a consejos, órdenes, mandamientos, etc. Desde bebé, la persona hace caso a otros más sabios que él o ella, y luego, cuando crece más, va a hacer lo mismo a Dios probablemente.
Ver el Folleto: fam36 Las Responsabilidades de los Padres de Familia
gracias por rescatar estos hermosos himnos y poder recordar esta letra tan profunda, que llega hasta el alma